martes, 10 de septiembre de 2013

Fantasías y reflexiones sáficas

La clásica tijera...
Estoy fascinado por la figura femenina, lo reconozco. 

Tengo en mi poder una colección importante de fotos de mujeres en alguna carpeta de mi ordenador.

Y por supuesto, también de fotografía erótica lésbica. A quién no le gusta...

Alguno me dirá que para eso está el Tumblr, pero he decidido el día de hoy "homenajear" al safismo.
Y es que por cierta mecánica que no logro comprender, el lesbianismo está mejor posicionado ante la opinión pública, o al menos nadie pega el grito al cielo cuando ve una fotografía así, y desde mi sesgada experiencia, hay muchas más mujeres que se sienten atraídas o simpatizan con la tendencia.


 Y es que además hay de todo, desde las poses sugerentes, la ternura, y hasta lo pornográfico, aunque para mí una concha es hermosa, y no me va tanto el término. Visualmente me parece atractivo, tal vez por la suavidad que evoca en mí.


 Hace uno o dos años, una amiga me pasó un video porno lésbico, soy sincero, no esperaba mucho más que friegues y jadeos exagerados al más puro estilo porno mainstream del que ya estoy cansado, que no me llena, y más aún, me deja una sensación de vacío.

A esta foto me refiero en el texto... :)
Sin embargo al terminar de ver el video me embargó un sentimiento de bienestar, de plenitud... y que sí, que la sexualidad pueden generar esos sentimientos, y aún un video porno. Como una película cualquiera... esa es la deuda que creo que tiene el porno mainstream

Digresión: Esta foto a la derecha por ejemplo me hace volar la imaginación sobre los detalles, bocas haciendo muecas de jadeo, una mano visible en posición dominante, cabellos desordenados (y aparentemente sudorosos), todo indica que la actividad estuvo interesante, y la cara lo indica todo. 


Esta es la otra foto...
Respecto a la de la izquierda, muero por ver las instantáneas de los minutos posteriores. También vendría bien una instantánea de una mano de la mujer de la izquierda insinuando el contacto con la vagina de la de la derecha.




Es probable que parte de la fascinación provenga de reemplazar en la imaginación lo que uno es capaz de ofrecer a su pareja y personificarlo en una mujer.

Yo por ejemplo tengo la fantasía de que una mujer le coma el coño a mi novia. Y es más, lo tengo hasta ambientado: nos veo a los tres en una habitación, con una cama en medio de ella, y un foco estilo cuarto de interrogaciones sobre la cama. Mi mujer y su benefactora están en plena faena sobre la cama, con el foco encendido, mientras yo observo sentado tranquilamente al margen. 


Qué se yo, alguien podría agregar al voyeur un vaso de whisky a las rocas, o algo así. El paraíso. Algún amigo o desconocido lector, fotógrafo, por allí, y con recursos, ya sabe... no pienso cobrar propiedad intelectual con tal de ver mi idea hecha realidad, más aún si el resultado es fino y delicado dentro de lo aceptable.

Lamentablemente parece ser que esa no será una escena que se reproducirá en la vida real, o al menos no en algún futuro cercano...

Viéndome de manera introspectiva y "desde arriba", tal vez buena parte de la fascinación haya sido alimentada (claro que sin voluntad alguna) desde mi tierna infancia, en que me daba la impresión de las mujeres eran seres tan misteriosos, me comía la cabeza pensando qué sentía-pensaba esa compañerita de primaria que me gustaba tanto. Pero jamás dijo nada, llegué a creer que las mujeres no sienten, que son seres casi como de otro planeta. Parece ser que aún hoy me sorprende enterarme de comportamientos "no esperados" desde ese estándar, y bueno, ¡que me parece genial!

Una de las razones que me vuelven reacio a alquilar películas porno, o más precisamente, de porno lésbico, tiene mucho que ver con lo que leía un par de semanas atrás: la inmensa mayoría de las escenas y películas de porno lésbicas están actuadas por mujeres heterosexuales.

¿Cómo no les va a faltar pasión o entrega? Sería como pedirle pasión a un eslovaco cantando el himno nacional de Sudáfrica. Otra deuda del porno mainstream.

Aunque aquí aprovecho para aconsejar-publicitar a una compañía llamada altporn4u que en general suele hasta hacer algo parecido a tests vocacionales a sus actores de películas XXX, con orgasmos reales y actuaciones creíbles... o al menos eso parece ser su punta de lanza. Todo de la mano de lo que da en llamarse "porno feminista". Según mi lego y cuadrado entender, es un porno con contenido.

Yo sigo a Bluttie Kat, una de las actrices que trabajan allí, es estudiante de sexología, hace porno lésbico, suele escribir poemas y escribe en blogs y webs respecto a reivindicaciones de género, sexualidad y si no me equivoco hasta crítica social... gente preparada digamos, es bueno para el porno que exista una tendencia así. 


Aunque en general, a la masa consumidora le pasa por la tangente... con tal de ver tetas, culos, vergas, anales, orales, gemidos... están felices.


Otra explicación que se me viene a la cabeza tendría que ver con cierta fantasía oculta en los hombres, que adoran ver escenas lésbicas. Tal fantasía supone experimentar la proactividad femenina en lo sexual. Dado el rol tradicional de pasividad, resultaría "interesante" (por llamarlo de alguna manera) o más bien, tal vez, "fascinante" observar cómo mujeres toman roles activos y más aún en algo tan transgresor como interactuar sexualmente con otra mujer, ver cómo toman la iniciativa, cómo se genera cierta dinámica lúdica de dominio. Y claro... la fantasía/deseo de estar en medio de ellas.

Ya tiene su encanto un cuerpo de mujer, un par de pechos, una vagina, curvas, pancita, espalda, cuello, carita, piernas, cabello... dos o tres cuerpos iguales es el paraíso...

Una lengua en una vagina... comerse una concha, todo un arte...


Hay quien dice que quienes mejor saben comerse genitales son personas del mismo sexo. Todo es cuestión de ponerse en el lugar del otro e intentar sentir lo que el otro siente, más allá de las diferencias anatómicas que puede haber, es un ejercicio interesante. 

Pero ciertas experiencias cuentan que el toque de la mujer en otro cuerpo femenino es bien particular, es suave y delicado, que a las mujeres definidamente (si cabe el término) heterosexuales buscan la fuerza masculina en la interacción y no se sienten satisfechas, a más de decir que muchas de ellas, llegado a cierto punto de la calentura, sienten unas ganas imperiosas de ser penetradas. 

Siempre quise saber cómo solucionan este fenómeno las mujeres héteroflexibles y curiosas, y claro, bisexuales y lesbianas. Reconozco desde mi ignorancia que bien puede haber una mecánica distinta en lo sexual, amén de la parafernalia disponible hoy día.

Sepan disculpar la poca seriedad, espero que las imágenes suplan un poco de la falta de contenido... críticas, comentarios y explicaciones son bienvenidos.


Escrito en colaboración con Selenio Escrito.

Flotante