sábado, 25 de enero de 2014

Si te dejaron

Nada puede prepararte realmente para ser abandonado por tu cónyuge. No permitas que la situación sea peor.


Tu cónyuge te acaba de dejar. Te echó.

Usó alguna de las muchas líneas del manual:

- Te quiero pero no estoy enamorada de vos.
- Necesito espacio. Necesitamos darnos un tiempo.
- Estoy confundida.
- No sé qué quiero en este momento.
- Necesito un tiempo para pensar.

O tal vez sus palabras fueron más precisas:

- Terminamos, se acabó.
- No quiero seguir casada contigo.
- Ya no te amo.
- No habrá terapia ni reconciliación.
- Quiero el divorcio.
- Estoy enamorada de otra persona.

A nadie le gusta oír nada de esto. Es como una espada de acero traspasándote el corazón. Nada puede prepararte para ese dolor. Pero aunque no puedas estar preparado, definitivamente hay cosas que puedes hacer que harán de tu situación algo peor.

Así que:

- No llores
- No supliques
- No pidas clemencia
- No te arrastres
- No trates de convencerle de lo contrario
- No ofrecerle aquello que siempre quiso
- No digas que esperarás sin importar cuál sea su decisión
- No te aferres a ella, como una enredadera, mientras intenta alejarse de vos

¿POR QUÉ?

- Porque demuestra debilidad
- Muestras desesperación
- Pierdes el respeto a ti mismo
- Ellos pierden el respeto por vos
- Pierdes tu dignidad, el valor que tienes para ti mismo, cuando haces esas cosas

Cuando alguien huye de ti, no corras detrás. Es sencillamente lo peor que puedes hacer.

Sin embargo:

- Escúchale
- Dale crédito a lo que dice
- Empatiza con su punto de vista y luego
- Dile que tienes la voluntad de restaurar tu matrimonio y hacer lo que sea por salvarlo, incluyendo terapia matrimonial. De ti depende el desafío de salvar el matrimonio en el que creciste.

Esto deja picando la pelota en su lado de la cancha.

Si da rodeos o te dice que se terminó, entonces es muy tarde.

CONCUERDA con ella. Dile que estuviste pensando en lo que te dijo. Que aunque no hubiese sido lo que hubieras elegido, respetas sus deseos y no los vas a discutir. Tampoco quieres que el matrimonio esté en el estado en que está. El compromiso debe ser de ambos. Y luego... desaparecer. Hazte sombra. Evitar todo tipo de contacto (fuera del que tenga que ver con los hijos, si aplica).

Sé misterioso

Da un giro de 180°

Sal con los amigos a los que no hayas visto hace un buen tiempo

Haz ejercicios

Sonríe

Alquila una película divertida

Cuando alguien te deja, no te vuelvas loco por hacerle volver. No funciona. Te hace parecer desesperado (totalmente falto de atractivo) y en algunos casos, hasta sicópata.

La gente no puede extrañarte si siempre estás allí. Así que empezá a encontrarte a vos mismo otra vez. Duele, es un infierno, lastima. Pero no seas un felpudo. No le ayudes, ofrezcas favores, ni te mudes de tu casa sólo porque te dijeron que lo hagas. No le llames, ni le escribas, tampoco revises su perfil en Facebook febrilmente, ni nada por el estilo.

Quiere salir. Ábrele la puerta.

Si se metió con otra persona, hazte un chequeo de ETS, dile que NO vivirás en un matrimonio abierto y si no puede cortar con su aventura, tomarás medidas protectivas, pudiendo incluir la terminación del matrimonio. Luego a respaldarlo con acciones.

¿Recuerdas a aquella chica en la secundaria que estaba enamoradísima de vos y te disparaba el ego a lo alto. pero cómo que te repugnaba porque era implacable hasta el punto de volverse irritante? ¿De que enseguida te empezó a parecer repulsiva cuando no podía evitar de quedar como idiota, incluso luego de que hayas dejado en claro que no querías nada con ella? ¡Te avergonzabas de ella! Eso serás si no puedes dejar de extrañarla. Repulsivo ¿verdad?

Ser un felpudo, llorar, gritar, suplicar hará que tu cónyuge corra exactamente en la dirección opuesta. A toda velocidad.

Hacé lo que funciona. Si llorar, gritar o suplicar no funcionó en el pasado ¿qué te hace pensar que lo hará ahora?

Hacé algo diferente...

DÉJALE IR.



Traducido del inglés, cuyo original puede leerse aquí.

viernes, 24 de enero de 2014

Compersión para principiantes

Por Koko Taylor

Dentro de una pista de baile repleta, una esbelta rubia se me apoyó para susurrarme al oído: "Forman una pareja muy atractiva," ronroneó. Le sonreí - un impulso del ego siempre viene bien - y continué bailando con mi novio. El hombre que estaba con ella me dio un high-five y se mantuvo enviando sonrisas destellantes hacia mí. ¿Estaba intentando levantarme*? No podía ser más evidente: yo estaba allí con mi novio.

Durante la siguiente media hora cada vez que miraba hacia arriba, sentía que uno de ellos intentaba hacer contacto visual conmigo. Cuando nos fuimos del lugar, mi novio me preguntó si había notado a la pareja. "Creo que intentaban levantarme," me dijo.

"No, era a mí a quien intentaban levantar," respondí. Entonces nos dimos cuenta: ellos intentaban levantarnos como pareja. Es gracioso, pensamos. Y luego me miró y me dijo, "No quiero compartirte con nadie."

"Ni yo," repliqué. Estoy cómoda con la exclusividad con un compañero en una relación romántica.

El modelo de romance en nuestra cultura está tan dominado por la relación monógama hombre-mujer que la mayoría de la gente suscribe a eso sin ponerse a considerar las alternativas. Pero no todos están incómodos con compartir su compañero o compañera.

Las personas que están en relaciones abiertas a veces sienten felicidad o placer cuando su pareja tiene aventuras románticas con otras personas. Este sentimiento se suele llamar compersión. La Keristan Commune, una comunidad poliamorosa ya inexistente, asentada en San Francisco tiene el crédito de haber acuñado el término, que a veces es definido como lo opuesto a los celos. La palabra compersión es ampliamente usada en círculos poliamorosos, pero cualquier persona envuelta en una relación no monógama puede experimentar felicidad por el interés en otros amores de su pareja.

Cuando Shara Smith empezó a salir con Brian Downes, él ya estaba en una relación con alguien y quería ser cuidadoso en respetar a Stephanie, su primera pareja. "Quería efectuar todos los pasos correctos, y eso me atrajo más a él," dijo Shara, que describe la compersión como una "reacción emocional positiva a la otra relación de un amante."

"Amo ver cómo se le enciende su rostro cuando ella lo llama porque sé cuánto le importa." Shara no ve como competencia a otras parejas. "Cada relación es única y nadie puede reemplazarme, porque ellos no son yo."

"Es como cuando un padre observa a sus hijos desplegar sus alas y volar," dice Anita Wagner, respecto a la dicha que siente cuando alguien hace feliz a su pareja. Anita es una educadora y promotora de habilidades poliamorosas que decidió transitar la ruta no monógama hacia sus cuarenta años, luego de dos matrimonios y divorcios. "Me gusta la apertura y la honestidad que ofrece el poliamor. Preferiría compartir mi pareja abiertamente a ser engañada."

Compartir el amor abiertamente es la esencia de la compersión. Luego de una cena con su pareja Tom, con Mary, la nueva novia de su pareja y con Clint, el marido de Mary, Anita dijo que "no podía evitar sentirse feliz por la felicidad de Tom. Pude ver cuánto apreciaba él que yo haya dado vía libre para facilitar el acceso de Mary y dar mi aprobación. Su felicidad por ser libre de desarrollar una relación con María era tan cálida y su amor por mí tan evidente."

Birgitte Phillipides, presidente de Polyamorous NYC, se siente "gloriosa y maravillosa" al ver que alguien cumple con los deseos de su pareja. Recientemente el cónyuge de uno de los compañeros de Birgitte le contó que la amaba de una forma platónica. "Nada en este estilo de relacionamiento supera eso," dice ella.


"Cuando la felicidad de otro es tu felicidad, es amor".

La felicidad de Shara, Anita y Birgitte parece desafiar al conocido adagio, "no se puede tener todo lo que uno quiere." ¿No crearían este tipo de relaciones celos e inseguridad?

"Sí requiere una buena cantidad de inteligencia emocional y madurez," dice Anita. Su paso de la monogamia a experimentar compersión en relaciones abiertas le exigió hacer algo de "estiramiento emocional".

"Si siento celos, es probablemente porque no estoy teniendo alguna de mis necesidades satisfechas, y eso normalmente es porque no lo pedí o no creé el ambiente para recibirlo," dice Birgitt. Ella siente que ser franca acerca de sus celos es el primer y más importante paso para superarlo.

Las tres mujeres afirmaron directa o indirectamente que puedes evitar o superar los celos y la inseguridad asegurándote que las necesidades de todos sean satisfechas y de que todos los integrantes están igualmente felices. Alcanzar ese equilibrio parece esencial para que las personas en relaciones abiertas experimenten la compersión.

Estas mujeres están felices sin culpa alguna con sus relaciones no monógamas, y la compersión parece ser un apreciado beneficio de este estilo de vidda. Para estas mujeres, el amor no es un juego de suma cero; puede ser compartido y disfrutado a través de múltiples personas en formatos no tradicionales.


N. del Traductor:
* Levantar: equivalente a "ligar".

El artículo original puede leerse aquí, en inglés.

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