viernes, 14 de agosto de 2015

Revelándonos como una familia moderna

Cuando Jackson, mi hijo de 12 años me preguntó si había algo que no le estuviera diciendo respondí: "Hay muchas cosas que no te digo."

- "¿Cómo cuáles?"

- "Cosas de adultos."

- "¿Cuáles cosas de adultos?"

Ese fue el momento que estuve anticipando y temiendo por meses. "Algo como cosas románticas" dije titubeando.

"¿Qué clase de cosas románticas?"

"Bueno, así como algunas veces puedes ser amigo de alguien, entonces eso se vuelve romántico y luego vuelven a ser amigos otra vez. Como tu papá y yo. O románticos como éramos Bryn y yo, pero luego él y yo nos volvimos amigos."

"¿Así que ahora te pones romántica con cualquiera?", preguntó.

Respiré profundo, sabiendo que mi respuesta y su reacción podrían tener impacto en nuestras vidas por muy largo tiempo.

Tenía razón, yo estaba con alguien románticamente y no le había dicho. Me había involucrado con una mujer que era mi mejor amiga y, como suele suceder, alguien que es como una madrina para mi hijo.

¿Cómo y cuándo debía decírselo? Cuando le expliqué la situación a un terapeuta sonrió y me dijo: "Tu hijo podrá decir muchas cosas de ti cuando sea mayor, pero nunca podrá decir que su madre era aburrida."

Su consejo fue que tenía que esperar hasta que él preguntara. Y ahora él estaba preguntando.

Alrededor de un año antes de esa conversación estaba sentada en mi jardín en California, mirando fotos y diarios viejos que tengo desde mi niñez. Desde un cuaderno verde desgastado con corazones de tinta dibujados hasta el que empecé en Haití mientras prestaba ayuda luego del terremoto de enero del 2010, los diarios contaban historias que parecían entretejidas en un mismo tema.

Leí sobre el puñado de hombres y la mujer con los que he tenido relaciones románticas, pasajes llenos de dolor y angustia. Parecía que cuando me sentía atraída físicamente por alguien lo podría poner en mi caja de "almas gemelas" y entonces derrumbarme cuando las cosas no resultaban como lo esperaba.

Leí sobre los dos hombres de los que me enamoré mientras trabajaba haciendo films. Estaba segura de que cada uno era mi alma gemela, una creencia alimentada por la atracción sexual que me hacía estar segura de que era amor, solo para que cuando el film terminaba, terminara la relación además. Y leí sobre el hombre que me pidió matrimonio por teléfono hace cuatro años, antes que nos besásemos siquiera. Tres meses después estábamos en su cocina lanzándonos rabiosamente bistecs a la cabeza el uno al otro.

Mientras continuaba mirando fotos, terminé viendo una en blanco y negro de mi mejor amiga y yo en la víspera de año nuevo. Nos veíamos tan felices, no pude evitar sonreír. Recordé como nos habíamos conocido dos años antes, ella estaba en un bar llevando un fedora y hablando con un acento de Zimbabwe.

Tuvimos una conexión de inmediato pero no la creía romántica o sexual. Ella era una de las personas más bellas, encantadoras brillantes y divertidas que he conocido, pero nunca se me había ocurrido, hasta ese momento en que buscaba mi alma en mi jardín, que tal vez podíamos elegir amarnos románticamente.

¿Qué es lo que he estado esperando todos estos años? Ella es la persona con la que más me gusta estar, la cual con la que soy más yo misma.

La siguiente vez que la vi, en Nueva York, le compartí mis sentimientos confusos, y empezamos el proceso largo, doloroso y maravilloso de tratar de averiguar qué se supone nuestra relación debía ser.

Primeramente, ¿Cómo podría esto afectar a mi hijo? Él confiaba en Clare. La amaba. Él nunca había conocido a la mayoría de los hombres de los que he estado enamorada y no tenía idea de que había estado con una mujer también. Segundo, ¿Cómo podría afectar mi carrera? Nunca me había definido a mí misma por las personas con las que había dormido, pero sé que otros lo han hecho y lo harían.

Es difícil para mí hasta definir el término pareja. Por cinco años consideré mi pareja a un amigo en sus setentas, John Calley, con el cual hablaba todos los días. Era él quien me levantaba cada vez que me derrumbaba luego de un romance fallido. Aunque fuese algo platónico, ¿No era menos pareja por eso?

Y nunca he entendido la distinción de pareja primaria. ¿Eso implica que tenemos parejas secundarias y terciarias también? ¿Puede ser mi pareja primaria mi hermana, mi hijo o mi mejor amigo, o tiene que ser alguien con quien tenga sexo? Tengo dos amigas que son hermanas entre sí que han vivido juntas por 15 años y han criado a una hija. ¿No son pareja porque no tienen sexo? Y muchas parejas casadas que conozco, que no han tenido sexo por años. ¿Son menos parejas por eso?

Mis sentimientos por Clare no son de la clase que provocan mariposas en el estómago ni están llenos de angustia, como el amor que he sentido antes. Son sentimientos más profundos que eso. Mientras nos hacíamos más cercanas mi deseo por ella se fortalecía hasta que, luego de pocos meses, decidí compartir la verdad de nuestra relación con mi familia "tradicional" ítalo-polaca de Filadelfia.

La respuesta de mi padre vino entre caladas de su tabaco mientras nos sentamos en la parte alta de un casino en Atlantic City. "Ella es una chica buena, buena para ti" dijo. Mi madre y el resto de la familia se hicieron eco de los sentimientos de él. Tal vez no eran tan tradicionales después de todo.

Mis creencias sobre el cariño y la condición de pareja siempre han supuesto que son cosas que fluyen y que evolucionan. El padre de Jack, Dan, siempre será mi pareja porque compartimos a Jack. Dan es el mejor padre y el hombre más maravilloso al que he conocido. Sólo porque nuestra relación no es sexual no lo hace menos pareja mía. Compartimos los mismos valores, incluido priorizar a nuestro hijo. Mi ex más reciente, Bryn, permanece siendo mi pareja porque compartimos nuestro activismo. Y Clare siempre será mi pareja porque también es mi mejor amiga.

El verano pasado estuve muy enferma. En algún momento parecía que no iba a sobrevivir. La gente que estuvo al lado de mi cama todo el tiempo fueron muchos de mis compañeros de vida: Mi madre, Jackson, Dan, mi hermano Chris y Clare.

Clare raramente se separaba de mi lado y contactaba a cada doctor y conexión que ella tuviera que supiese que iba a ayudarle a averiguar qué era lo que pasaba conmigo. Fue Dan quien trajo a nuestro hijo a verme a diario y lo mantuvo seguro en tan atemorizante situación. Fue en los brazos de Chris donde estuve cuando no me podía levantar. Fue mi madre quien acarició mi cabello por horas cada vez. Y fue Jackson quien me ayudó a caminar por los pasillos con mi vía intravenosa y me hizo respirar.

Así que, volviendo a la pregunta inicial de Jackson, sentada a la orilla de su cama: "¿Así que ahora te pones romántica con cualquiera?"

Exhalé y finalmente lo dije: "Con Clare."

Me miró por lo que pareció ser una eternidad y sonrió grande, cálidamente. "Mamá, el amor es el amor, quien quiera que seas", dijo con una sabiduría más allá de su edad. (Sí, obviamente asiste a una de esas escuelas progresistas en Los Angeles)

Lo amé mucho por decirme eso. "Pero Jack, estoy un poco asustada", dije. "Cuando era más joven la gente te juzgaba si tenías una relación romántica con una persona de tu mismo sexo, y algunos todavía lo hacen. No estoy segura de cómo manejarlo, pero o averiguaremos juntos."

Y lo averiguamos juntos: Jack, Clare, Dan y yo. Es la excepción cuando en un fin de semana no estamos apilados en el mismo carro, yendo a uno de los torneos de fútbol de Jack. Dan se burla de Clare por perderse y ella se asegura de que él siempre tenga los paraguas, protector solar, impermeables y cualquier otra cosa que pudiésemos necesitar en caso de un desastre nuclear.

Cenamos juntos casi que cada noche. Mientras escribo, estamos gozando después de la fiesta de cumpleaños 50 de Dan que Clare, Jackson y yo le preparamos, a la cual asistieron su familia y la mía y muchas otras personas a las que considero compañeros en un aspecto u otro de mi vida. Fue una ocasión para la celebración y el amor incondicional.

La mayor parte del tiempo los cuatro reímos mucho, juntos. Jackson hizo que nos enganchásemos con "Modern Family", y en cada episodio trata de averiguar si Dan es Phil o Jay, o si Clare es Gloria o Mitchell. (Él no tiene duda de cuál personaje soy: Claire.)

Así que me podría considerar una "lo que sea", como dice Jackson. A quienquiera que yo ame, de la manera en que fuere, duerma en mi cama o no, o si hiciese mis deberes o tuviese un hijo con esa persona, "amor es amor". Y amo a nuestra familia moderna.

Tal vez, al fin y al cabo, una familia moderna sea solo una familia más honesta.



Autora: María Bello.

Artículo original en inglés traducido por Selenio.


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